viernes, 25 de junio de 2021

UNA OBSERVACIÓN SOBRE EL ESTADO DE ÁNIMO DE LA JUVENTUD COLOMBIANA

Las protestas más grandes de Colombia, quizás después del Bogotazo, están finalizando su segundo mes. De manera sorpresiva tanto para el Estado y sus entes de represión policiales, militares y paramilitares, como para los socialdemócratas que han querido diezmarlas a través de "diálogos" y llamamientos, las luchas callejeras en las principales ciudades del país continúan.

La dureza, intensidad y duración no son una coincidencia sino que son el reflejo de la crisis social y económica de Colombia que son, a su vez, producto inevitable de las profundas contradicciones del capitalismo que ningún gobierno, bajo este sistema económico, puede resolver.