viernes, 8 de mayo de 2020

CONTRA LA FALSA DEMOCRACIA BURGUESA, DICTADURA DEL PROLETARIADO

Los únicos que hablan de democracia “pura”, “general” son los capitalistas como forma de engaño a incautos y alienados. ¡Vil mentira e hipócrita argumentación, vociferada por su prensa! Se llenan la boca, diciendo "democracia general", "dictadura general", cuando enmascaran una dictadura de clases. ¡Democracia entre ellos, dictadura para el proletariado! Ellos son los más conscientes de esta real afirmación; fueron los que arrebataron, como clase, violentamente el poder a los nobles y reyes, y a través de la dictadura los oprimieron completamente. Basta con revisar la historia para entender el carácter clasista de las revoluciones burguesas; de hecho, hasta la más democrática de las repúblicas burguesas no deja de ser una fiera máquina de opresión de la clase obrera

Hoy también tenemos ante nuestras narices tales engaños con eso que pregona la socialdemocracia colombiana de arrebatarle el poder político a los uribistas y entregárselo a un sector “democrático”, “humano” que instaure un capitalismo de “nuevo tipo”. No son más que fracciones burguesas en pugna, en busca de expandir su falsa democracia.

Embauque total hecho a los obreros y campesinos de este país por los oportunistas de izquierda parlamentarios y dirigencia guerrillera revisionista, cuyos líderes revolucionarios y dirigentes sindicales, políticos y guerrilleros, ante los grandes dioses juraban destruir la máquina de opresión burguesa y conquistar la dictadura de obreros y campesinos. Y ahora, cuando los oprimidos están en constante fermentación y movimiento en las calles debido a la masacre incesante a la que están siendo sometidos, si no por la explotación laboral y la más horrorosa pobreza y hambruna, por falta de atención médica; aparecen estos incrédulos, haciéndoles creer que la burguesía va a dar una facción de su poder; que expandirá su “democracia pura” como si fuesen a retroceder en sus pretensiones de dictadura de clase y acoger el sentir de los trabajadores, eso sí, manteniendo la máquina hecha exclusivamente para succionar el trabajo asalariado en beneficio del capital, la república democrática burguesa.

¡El papel de los revolucionarios en Colombia es combatir con nuestra arma más potente: el marxismo-leninismo; dar la lucha en el plano económico, político y, principalmente, ideológico contra los capitalistas y desenmascarar a los falsos representantes de la clase obrera y oprimidos de este país!