Tres son los personajes principales de la novela, Vera Pávlovna, Lopujov y Kirsanov, a través de sus vidas, Chernishevsky, narra los problemas sociales y económicos de la época, entre ellos, la situación de la mujer ocupa un destacado lugar. Para el autor, la liberación de la mujer es
un paso imprescindible dentro de la liberación del pueblo de la explotación.
Vera Pávlovna es una joven que no sólo rompió el yugo que la sometía a sus padres con la ayuda de su futuro esposo Lopujov, un revolucionario, sino que también creó un taller de costureras en el que todas reciben una misma paga sea cual fuere su ocupación y, con las ganancias que van obteniendo, crean una especie de pequeña comuna donde todas las mujeres se convierten en personas letradas, humildes y honradas; Vera tiene un gran deseo de cambiar la sociedad para que nadie viva en la pobreza y la infelicidad; ella es el gran motor del nuevo cambio económico.
Otro problema abordado y de mayor envergadura, está relacionado con la crisis social del momento en donde reina la pobreza, la desesperanza y el deterioro moral. El autor muestra entonces a los tres personajes como una nueva generación ejemplar, gente que, aunque guiada por la razón, mantiene intacto su sentido común, no son felices a expensas de otros, y tienen una vida recta tanto en el ámbito público como en el privado; sin embargo, ellos tienen actitudes incorrectas que les impide ser el nivel más elevado de hombre nuevo al que debemos aspirar, cierto egoísmo los habita, engrandecen a tal punto sus propios problemas que dejan a un lado, de manera irresponsable, los planes políticos sin importar cómo afecta eso al resto de personas con quienes han asumido un compromiso; este error lo señala Rajmétov, un personaje al que Chernishevsky dedica tan sólo unas cuantas páginas de su libro pero a quien pone en el más alto grado del hombre nuevo, él es el revolucionario ideal, “la flor de la mejor gente, el motor de motores, la sal de la sal de la tierra”, un joven que ha renunciado a su herencia y la ha puesto a disposición del quehacer revolucionario para la publicación de libros y para la educación de algunos a quienes considera prometedores intelectualmente, fortalece su cuerpo y su mente para la lucha, y pone su vida enteramente al servicio del pueblo.
Lo que inmortaliza a la novela es, sobre todo, la crítica que hace Rajmétov a los protagonistas, donde deja claro que un verdadero revolucionario es el que prioriza los asuntos sociales y no hace una tragedia de sus vidas, incluso, hasta llegar al punto de echar a la basura proyectos y compromisos políticos. Debemos limpiar de nuestras filas a todas aquellas personas dañinas y peligrosas que ponen por encima de los objetivos comunes sus pequeñeces.
Escrito por: Violeta Roja
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