miércoles, 16 de marzo de 2022

PARA UNA ACTITUD LENINISTA SOBRE LA INVASIÓN IMPERIALISTA EN UCRANIA

La izquierda mundial en su mayoría, y por supuesto, también la de habla hispana, ha sacado a relucir una vez más sus posturas anti-marxistas con respecto a la guerra en Ucrania ya sea apoyando a la Rusia imperialista o apoyando incondicionalmente al ejército ucraniano, posturas que desembocan en la desconfianza en la clase obrera como una fuerza social.

Los trotskistas, socialdemócratas y Partidos “Comunistas” revisionistas parten de la premisa de que Estados Unidos es un provocador que está cercando a Rusia a través de la anexión de sus vecinos a la OTAN aún cuando había prometido no hacerlo y toman diferentes posturas.

Por ejemplo, los Partidos “Comunista” revisionistas de América Latina y España, los socialdemócratas, e incluso, algunos grupos maoístas1 ya sea de manera encubierta2 o abierta3, so pretexto “del mal menor” o del “enemigo de mi enemigo es mi amigo”, apoyan a Rusia negando que es un país imperialista y cínicamente consideran que esta guerra es una guerra “justa” contra el fascismo, contra el imperialismo estadounidense, por la construcción de un “mundo multipolar” y la salvación de los pueblos oprimidos del Donetsk y Lugansk; cuando menos, algunos de estos “rechazan la guerra”, pero todos en su conjunto son unos lazarillos de la paz, acérrimos defensores de la “resolución política de los conflictos”. En otras palabras, desean perpetuar una paz imperialista que es una utopía socialdemócrata; el capitalismo, especialmente en su época imperialista se desarrolla de una manera desigual resultando en un cambio de balance de fuerzas que hace que inevitablemente en cualquier momento las guerras imperialistas estallen, de allí que esta paz sea tan solo transitoria.

No muy alejados de estos, está un gran bando de los trotskistas4 quienes se ponen del lado del ejército ucraniano incondicionalmente por la defensa de la independencia de Ucrania sin importar las ambiciones económicas y políticas de quienes lo controlan y sin siquiera mencionar la necesidad de formar un liderazgo compuesto por elementos proletarios y democráticos para luchar contra la invasión rusa, además condenan la autodeterminación de los pueblos rusos en Ucrania por estar “manipulados” por el supuesto “stalinismo” encarnado en el gobierno de Putin negando el derecho a la autodeterminación de los pueblos oprimidos de Donetsk y Lugansk.

Pero no podemos negar que también existen unas posturas más cercanas a la verdad, algunos grupos maoístas5 y hoxhistas6 sí consideran esto como una guerra inter-imperialista que debe ser condenada, pero de allí no surge la consigna más importante que es el llamado a la transformación de guerra imperialista en guerra civil en Rusia (salvo una excepción7, aunque pueden haber más) sino reivindicaciones ambiguas que no le asignan ninguna tarea a la clase obrera como: OTAN fuera de Ucrania, Rusia fuera de Ucrania, por una lucha internacionalista por la paz.

Ahora, en general la burguesía y la pequeña burguesía a nivel mundial se está devanando los sesos pensando en si este o aquél imperialismo tiene el derecho de hacer esto o lo otro (de atacar a Ucrania, o de cercar a Rusia, o…) inventando nuevas excusas para justificar las acciones de cada potencia imperialista. Si bien, es un hecho que la que la OTAN tiene un papel muy importante en esta guerra y que han sacrificado a Ucrania -ahora el pueblo ucraniano está viendo de manera más clara cómo ha sido usado por la OTAN y por su propia burguesía- pero de aquí no se concluye en absoluto, como hacen los traidores kautskianos, que Rusia es el Jesucristo que vino a liberar a la tierra de sus pecados y establecer la paz. No es la tarea de los comunistas ser los jueces del imperialismo buscando a los instigadores de la trifulca para terminar eligiendo a tal o cual burguesía (“la menos mala”, dicen ellos, ¡como si tal cosa existiera!).

Debemos rechazar enérgicamente cualquier intento de colonización, estar a favor de la autodeterminación de los pueblos; y que no nos malinterpreten los estrechos de mente (¡y de teoría!) posicionarnos en contra del imperialismo ruso a favor de la lucha del pueblo ucraniano contra su agresión no indica de ninguna manera estar del lado de Zelensky y las sanciones de la OTAN; y estar a favor de la lucha de los pueblos de Donetsk y Lugansk contra la opresión de Ucrania tampoco quiere decir que estemos a favor de la invasión rusa. La situación es clara: ni el imperialismo ruso no tiene derecho a ocupar Ucrania, así como tampoco tienen derecho los países imperialistas de la OTAN de poner sanciones económico-políticas a Rusia, a Donbass o a cualquier otro país cuyas consecuencias solo recaerán sobre el regazo de la clase obrera; el imperialismo solo tiene un derecho: ser destruído por la clase obrera.

Por otro lado, también es verdad que la OTAN es la organización de los países imperialistas para ejercer el terrorismo de manera legal y los Estados Unidos también son un Estado brutalmente violento y sanguinaro, pero Rusia actualmente también es un Estado imperialista tan sanguinario y asesino como lo es su contraparte, y no ha venido repartiendo palomas blancas ni en Ucrania, ni en Siria, ni tampoco en Kazajistán cuando prestó su ayuda militar para matar los obreros que salieron a protestar contra el régimen de Tokayev, ni en ninguno de los países donde tiene presencia militar. El estado rusoes tan servil a sus monopolios como lo es Estados Unidos a los suyos propios.

Y bien, tampoco se puede negar que los pueblos rusoparlantes del Este de Ucrania, han sido perseguidos, torturados y asesinados en los últimos años por el gobierno de Ucrania y sus fascistas pero esto es tan sólo un pretexto que usa Rusia para volver a adquirir los intereses económicos que ha venido perdiendo desde que la banda pro-OTAN tumbó a su títere Yanukovich. El que se come el cuento ruso de que esta invasión es “antifascista” y no tiene nada qué ver con los intereses de los burgueses rusos más grandes se deben preguntar a sí mismo el porqué Rusia apoya a los nazis rusos que participan en esta operación militar, debe investigar quién es el fascista de Kadyrov (uno de los mejores amigos de Putin que ejerce una represión brutal sobre el pueblo trabajador chechenio) y el lazo entre el Estado Ruso y los fascistas de Serbia.

No es a Rusia (ni a ningún otro país) a quien le corresponde entrar cual salvador a Ucrania, sino que son los pueblos oprimidos de Donetsk y Lugansk a quienes corresponde librar esta lucha y como comunistas debemos apoyarlos en su lucha por la liberación; pero si por casualidad, como consecuencia de esta agresión militar por parte del imperialismo Ruso hacia Ucrania, dichas repúblicas populares logran zafarse de la opresión nacional que estaban sufriendo, el desenlace de ello no significará su libertad ni mucho menos, Rusia como país capitalista más temprano que tarde podría someter a la más fuerte represión a la clase obrera (quizás peor que la cometida por Ucrania) impidiendo su organización. Más aún suponiendo que Rusia no reprimiese de la misma forma a las Repúblicas Populares como lo ha hecho Ucrania, son esos pueblos mismos quienes deben decidir su liberación y no es tarea de los comunistas elegir, cual esclavos, entre uno u otro opresor.

Un pueblo que anhela su libertad, una vez se despoja de un yugo y cae bajo las garras de otro tendrá, definitivamente, que volver a empuñar las armas contra la nueva mordaza que le aqueja.

Como comunistas nuestra posición es firme y clara, apoyamos la autodeterminación del pueblo ucraniano contra el imperialismo ruso es legítima, así como también la legítima defensa de los pueblos del Donbás contra la opresión ucraniana; estamos a favor de una nación oprimida contra su opresor pero también estamos en contra de su demandas de privilegio contra las naciones más débiles. La salvación del proletariado ucraniano está en su unidad con el proletariado ruso, que se sepa en la actual guerra no se están defendiendo los intereses de la clase obrera ni rusa ni ucraniana, es una guerra reaccionaria de la que solo podemos desear la derrota del imperialismo ruso, la transformación de esta guerra imperialista en una guerra civil dentro de Rusia, y el triunfo del pueblo ucraniano contra el imperialismo y contra su propia burguesía.

Los comunistas debemos librar una batalla contra el kautskismo producto de la bancarrota de la II Internacional que, bajo su falsa bandera del “marxismo” toma posición por una u otra burguesía dejando a un lado la contradicción principal: del proletariado contra la burguesía. 

En esta fase superior del capitalismo la única salvación que tienen las naciones oprimidas o propensas a serlo es la unidad de la clase trabajadora y su acción revolucionaria dentro de las potencias imperialistas que derroquen a la burguesía internacional, sin que esto suceda la opresión contra las naciones más débiles continuará.


¡Muerte al Kautskismo!
¡Fuera la OTAN de Europa del Este!
¡Muerte a la OTAN!
¡Imperialismo ruso fuera de Ucrania!
¡Obreros rusos, a convertir la guerra imperialista en guerra civil!
¡Trabajadores de todos los países y pueblos oprimidos, uníos contra todos los imperialistas!


Escrito por: Colectivo Avrora
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1 Razón y revolución.
Iniciativa Comunista.
2 Partido Comunes (Colombia).
Partido Comunista de México.
Partido Comunista de Chile.
Cuba.
3 Partido Comunista de Colombia.
Partido del Trabajo de Colombia.
Venezuela.
Partido Comunista de la Argentina.
Partido Comunista Congreso Extraordinario.
Organizaciones Libres del Pueblo -Resúmen Latinoamericano-.
Partido Comunista do Brasil.
4 La Marx Internacional.
La Liga Internacional de los Trabajadores.
El Partido Socialista de los Trabajadores.
5 Partido Comunista Revolucionario.
La Liga Internacional de los Trabajadores.
6 CIPO.
Partido Comunista Marxista - Leninista de España.
Partido Comunista Marxista - Leninista de Ecuador.
7 Unión Obrera Comunista (mlm).