viernes, 12 de enero de 2024

ECUADOR: EL PROLETARIADO DEBE ARMARSE CONTRA LAS MAFIAS

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, emitió este martes un decreto ejecutivo en el que reconoció “la existencia de un conflicto armado interno”, lo que, en la práctica, supone la movilización e intervención de las Fuerzas Armadas y de la Policía en todo el país. Esto ocurrió luego de que un grupo de atacantes armados tomaran las instalaciones de un canal de televisión, algo que pudo ser presenciado por toda la población dado que fue transmitido en vivo.

Ante este aparente intento de recuperar la seguridad en un país en el que la tasa de homicidios ha aumentado más de un 300% en los últimos siete años, cualquier comunista entiende qué es lo que subyace tras este decreto: el establecimiento de un estado policial y militarizado.

Sería muy cándido pensar que la burguesía ecuatoriana ha olvidado las multitudinarias protestas y la crisis política que se produjo durante el mandato de Guillermo Lasso en el año 2023 cuyo resultado fue el hecho de que Lasso disolvió el parlamento y convocó a elecciones presidenciales de las que salió electo Noboa, el hijo de uno de los hombres más ricos de Ecuador, a la presidencia.

Por tanto, no es descabellado asumir que la burguesía nacional recuerda estas protestas con cierto temor y, adelantándose a futuros eventos de esta magnitud, ha visto en esta situación la oportunidad de fortalecer los aparatos represivos del estado.

Aunque los medios de comunicación burgueses e incluso la misma “izquierda”, quieran mostrar este asunto como una “crisis de seguridad” en la que el estado “se enfrenta a las mafias”, en realidad, estamos ante un hecho inevitable dentro del capitalismo.

La burguesía, valiéndose del aumento de la pobreza y el desempleo, utiliza a bandoleros (lúmpenes y trabajadores lumpenizados) que están bajo el mando el mando de narcotraficantes que nadan en dinero, para su propio beneficio; ellos juegan un papel esencial como mercenarios contra las masas trabajadoras que se levantan. En Colombia, México y Guatemala, por ejemplo, este mismo tipo de bandoleros asesinan diariamente a líderes sociales, sindicalistas, militantes de izquierda y a los mejores hijos del pueblo para evitar que la organización popular avance.

La mejor manera de luchar contra estos asesinos dentro del capitalismo es a través de la organización de los trabajadores armados y el tiro de gracia, será disparado después de la revolución socialista, con la implementación de la dictadura del proletariado. Es por esto, que los comunistas deben y pueden explicarle al proletariado la necesidad de que se arme, incluso antes de la revolución socialista, al mismo tiempo que denuncian frontalmente al capitalismo como sistema de producción generador de muerte, pobreza e inseguridad.

Sin embargo, En Marcha, instrumento de difusión ideológica del Partido Comunista Marxista Leninista de Ecuador (PCMLE) tiene otro punto de vista. Este Partido, que seguramente cuenta con militantes revolucionarios y honestos en su seno, en otro tiempo lanzó la consigna: “La revolución en el Ecuador pasar por el camino de la insurrección armada”; hoy, en cambio, piden a gritos medidas que fortalezcan el estado burgués.

En su artículo titulado “Plan Fénix: solo oferta demagógica”1, el PCMLE hace referencia a la propuesta de seguridad presentada por Noboa durante su campaña electoral, pero no la evalúa como una organización comunista que quiere acabar con el capitalismo.

Dice el PCMLE: “El presidente Daniel Noboa dio el nombre de ‘Fénix’ a su propuesta electoral de seguridad, más por demagogia que por ser una respuesta real a la criminalidad, puesto que, en la práctica, ha resultado poco menos que inútil”.

Luego de un breve recuento de la gran cantidad de problemas en el sector carcelario y de cifras de criminalidad, el PCMLE señala lo que, para ellos, debería ser un plan Fénix óptimo: “Un plan Fénix, y cualquier otro, para ejecutarse con éxito requiere de recursos económicos que permitan capacitar a los nuevos elementos policiales y dotarlos de pertrechos; el denominado bloque de seguridad (integrado por cuerpos de élite de Policía y Ejército), por ejemplo, se activa con recursos propios, sin asignaciones presupuestarias adicionales”.

El PCMLE ve la solución en afilar el hacha del verdugo que decapita a los trabajadores y no en afilar el hacha de los trabajadores para que decapiten al verdugo.

Escrito por: Juan Pérez

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1 https://web.archive.org/web/20240115205406/https://www.pcmle.org/EM/IMG/pdf/semanario_en_marcha_2078.pdf.