jueves, 7 de marzo de 2024

LA VICTORIA DEL PROLETARIADO SERÁ LA VICTORIA DE LA MUJER OBRERA

En Colombia la ruina de la clase trabajadora es cada vez más evidente. El 2,3% de los colombianos gastan miles de millones de pesos al año en bienes de lujo como autos, joyas, mansiones, vacaciones, etc. A su vez, el 33% vive cómodamente, sin preocupaciones económicas. Sin embargo, el 65% de la población restante se hunde en la miseria.

Para octubre del 2023 la cantidad de personas que devengaba menos de un salario mínimo aumentó cerca de un millón con respecto al año anterior (pasó de 9.629.000 a 10.492.0001). La alimentación es bastante precaria entre los trabajadores, un cuarto de la población tiene problemas para poder alimentarse2 ya sea porque come dos,

una o ninguna veces al día, y los que pueden comer, se alimentan mal. El número de familias que tienen techo propio también decae cada año, cuando para el 2019 el 41,6% de los hogares vivían en su casa propia, para el 2023 esta cifra disminuyó a 34,9%, el resto, están pagando deudas hipotecarias (aún el banco es el dueño de la propiedad), pagan arriendo o viven en casa de un familiar3. Además, el desempleo en Colombia golpea fuertemente los hogares trabajadores, 10% de la población está formalmente desempleada4 y el 55,5%5 trabaja de manera informal, es decir, desempleados que viven al día.

Esta situación económica adversa de los trabajadores, perjudica a la mayoría de las mujeres trabajadoras poniéndolas en una posición de opresión, humillación y explotación.

Por un lado, el estrés económico bajo el cual están los padres de familia, desencadena actos de violencia de los que son víctimas principales mujeres y niños. Además, una buena parte de la población femenina que depende enteramente del dinero del esposo no puede obtener su independencia puesto que no tiene lugar alguno a donde ir, ni cómo mantenerse a sí misma ni a sus hijos; el marido, al ser la “cabeza del hogar” chantajea constantemente a la mujer y la margina.

Pero por el otro, ha llevado a que la participación de la mujer en la fuerza laboral sea más activa, en Colombia para el 2022 el 51,1% de las mujeres trabajó mientras que en el año 1978 este porcentaje era de tan solo del 26%; gracias a ello la mujer ha venido ganando más autonomía.

Aún así, la mujer está lejos de estar en una situación favorable ya que ella tiene menos participación en la fuerza laboral comparado con los hombres (en 2022 los hombres tuvieron una participación del 76,2%) y tiende a trabajar en sectores mal remunerados (empleadas de servicio doméstico o cuidadoras, vendedoras e industria textil) enfrentando importantes brechas salariales dentro de la clase obrera (por ejemplo, las mujeres que no tienen estudios ganan un 39,3% menos que los hombres que no tienen estudios6) y corriendo mayor riesgo de desgaste corporal y enfermedades si se toma en cuenta que además del trabajo remunerado, la mujer asume la gran parte de los quehaceres del hogar y el cuidado de los hijos.

Sumada a la tasa de desempleo y los bajos salarios entre la población femenina, está el hecho de que el 44,2% de los hogares en el país tienen como cabeza de hogar a una mujer7 quien se deben hacerse responsables por completo de los ingresos y el cuidado de la familia, las mujeres de la clase obrera debe reducir sus gastos de alimentación para poder sostener a los hijos, de allí que sean más propensas a sufrir de mayor estrés económico, además de tener que realizar trabajos extra o incluso, recurrir a la prostitución para subsistir.

Pero las implicaciones de las malas condiciones económicas no terminan aquí, mientras cientos de miles de familias ricas y de la clase media cuentan con sus propias “sirvientas” para que cuiden y amen a sus hijos como si fueran suyos (renunciando al cuidado de sus propios hijos para llevar el pan a la casa), los hijos de las mujeres trabajadoras son dejados recurrentemente al cuidado de sus hermanos también menores de edad o dejados al cuidado de guarderías donde pueden correr el riesgo de ser maltratados verbal, física y sexualmente; y en el peor de los casos, los niños son abandonados por su madre, tan solo en Bogotá cada dos días se reporta un caso de abandono infantil8 mientras que en El Valle de Aburrá, el caso de niños abandonados en lo corrido del 2024 aumentó un 30% con respecto al año anterior9.

A pesar de la difícil condición en la que permanecen las mujeres de la clase trabajadora tanto en el hogar como por fuera de él, su participación en la industria siempre será un paso hacia adelante hacia su independencia. Gracias, precisamente al ingreso en la vida laboral, la mujer puede separarse y tener un libre albedrío dentro de los límites económicos que le impone el capitalismo. Asimismo, y mucho más importante, las malas condiciones laborales, los bajos salarios, la estresante carga laboral y familiar hacen que poco a poco la mujer, se de cuenta de que sus intereses son contrarios a los intereses de los patrones quienes solo ven beneficio en obtener la mayor cantidad de ganancias posibles haciendo trabajar hasta el cansancio tanto a mujeres como a hombres.

Así, la situación de las mujeres obreras es sumamente difícil, no obstante, soporta todo lo que un trabajador también soporta, tanto ella como él trabajan incansablemente, incluso, hasta morir por accidente o enfermedad laboral. Lo mismo que el trabajador, la mujer trabajadora es explotada y doblemente oprimida (por el patrón y el marido) porque pertenece a la clase social más indefensa y oprimida de la sociedad, a la clase obrera; es por eso, que cualquier derecho o mejora que logren conquistar los trabajadores en su conjunto afectan directamente a el bienestar de la mujer trabajadora también, de allí que las obreras no pueden ni deben permanecer indiferentes frente a las luchas de los trabajadores. La sindicalización y la organización de las mujeres dentro del movimiento obrero codo a codo con los trabajadores, les permitirá alzar su voz y pelear por la socialización de los medios de producción.

La insatisfacción, penuria y dolor de los trabajadores hombres y mujeres juntos, solo pueden desaparecer con la revolución y posterior construcción de una sociedad socialista, aunque las mujeres ganan terreno en cuestión de derechos día tras día, solo bajo condiciones en las que no haya explotación, en las que no haya ricos ni pobres, su acceso al producto del trabajo será equitativo. El socialismo es el único sistema económico que promueve y lucha por la igualdad de género; la distribución ecuánime de las responsabilidades domésticas y el cuidado de la familia, la eliminación total del desempleo, el aumento del poder adquisitivo, el perfeccionamiento del sistema de salud, educativo y las guarderías, la reducción de la jornada laboral, la eliminación del problema de la vivienda, la buena alimentación, etc., liberarán definitivamente a la mujer del peso desproporcionado que lleva actualmente a cuestas.

¡El 8 de marzo es un día para insistir en que solo la victoria del proletariado en su conjunto le dará a la mujer obrera la llave hacia su liberación!


Escrito por: Violeta Roja

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1 https://archive.is/wip/NFcEf.
2 https://archive.is/Zrr6M.
3 https://archive.is/wip/bps2A.
4 https://archive.is/1IFeI.
5 https://archive.is/wip/dsTXB.
6 https://archive.is/wip/vp2jB.
6 https://archive.is/wip/NFcEf.
6 https://archive.is/sucIs.
6 https://archive.is/wip/wkmdM.


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