10 de septiembre del 2020,Hace poco más de un centenar de años que el capitalismo se instauró en Colombia a punta de sangre y fuego; el Estado y sus agentes policiales, militares y paramilitares no han parado de disparar contra el pueblo trabajador para defender la tierra, las fábricas y las riquezas de los patronos. Nuestra tierra, día tras día, año tras año, es regada con la sangre de obreros, campesinos y jóvenes que alzan su voz y luchan sin temor contra la humillación y el desprecio del puñado de ricos que nos gobierna.
En los últimos dos años, Colombia ha sido testigo y víctima de un aumento feroz en la violencia por parte de fuerzas armadas estatales y sus cómplices paraestatales, con el fin de aumentar la explotación de los trabajadores y el saqueo de nuestro territorio con todo el permiso de la “ley”.
Pero el pueblo no se somete para siempre y ayer no aguantó más. La ira de cientos de jóvenes y adultos se desató en las calles de las ciudades principales del país a causa, no sólo porque la policía asesinó al abogado Javier Ordóñez, sino también a Dylan Cruz, porque viola mujeres, golpea adultos mayores que viven del trabajo informal como el señor Néstor, participa en bandas dedicadas al robo y la extorsión, entre muchos otros ejemplos de violencia estatal.
Hartos de una situación económicamente miserable y políticamente reducida, se fueron contra los puestos de mando policiales, dejando por lo menos 53 destruidos y unos tantos policías heridos, una batalla digna y razonable; pero así mismo, la policía demostró que son los enemigos del pueblo y los amigos de los explotadores asesinando a mansalva a 7 manifestantes y dejando por lo menos, a 55 heridos.
Todos estos hechos han demostrado una vez más las mentiras de los socialdemócratas (Colombia Humana, Partido Comunista, FARC, ELN, Polo, Alianza Verde, etc.) armados y desarmados y de los “intelectuales” de la teoría de la “no violencia” y sus practicantes, que tratan de hacer dormir al pueblo con el cuento de “la paz con justicia social”.
¡La burguesía y su aparato estatal está temerosa y el pueblo está cansado de esperar!
¡Salgamos a las calles, el enemigo no sólo es la policía que nos dispara sino los pseudoamigos que nos tratan de domesticar con la ilusión de un capitalismo “justo”!
¡La policía, los paracos y los socialdemócratas son sólo títeres, sus dueños son Sarmiento Angulo, Ardila Lülle, Gilinski!
¡No habrá paz hasta que se expropie a los expropiadores!
Colectivo Avrora