Colombia, 9 de septiembre del 2020
En los últimos meses, los explotados de diferentes partes del mundo como Líbano, Estados Unidos, Bielorrusia, se han levantado contra la opresión estatal y el hambre. El pueblo trabajador colombiano también siente la necesidad de unirse a esta voz contra las consecuencias del capitalismo.
Miles de desempleados y obreros empobrecidos que mueren lentamente de hambre o enfermedad, inician una lucha desesperada por mejorar sus condiciones de vida, están cansados de obtener un salario de miseria que representa un cuarto del valor real de la canasta familiar, de alzas indiscriminadas de impuestos a través de reformas tributarias, de reformas laborales que les impide tener una vida digna, etc.; mantienen ferviente las ganas de luchar, a pesar de que diariamente líderes sociales, campesinos y ex combatientes, están siendo asesinados por mercenarios pagados por el Estado y la burguesía.
Sin embargo, hasta hoy, solo hemos visto marcha tras marcha sin resultados realmente efectivos, debido a que tanto socialdemócratas como Gustavo Petro, Claudia López, Daniel Quintero y todos los partidos políticos que participan del poder parlamentario, regional y nacional, como los sindicatos amarillos (CGT, CUT y CTC) no han llamado a la huelga general verdadera; han vaciado de contenido el significado del paro, haciéndole creer a la clase obrera que parar significa salir a las calles sin detener la producción. Ellos han montado un teatro para desviar la energía revolucionaria de las masas y luego decir: ¿Sí vieron? Lo intentamos pero no fue suficiente.
¡Dejen de engañarnos! ¡No puede llamarse paro lo que no para la producción!
Estos politiqueros y supuestos dirigentes sindicales que dicen representar los intereses del pueblo trabajador, saben que se avecina un huracán y crean una cortina de humo de chismes, cotilleos y falsas rivalidades políticas para evitar el surgimiento de objetivos claros. Según ellos, la culpa recae en el uribismo, quieren tratar de hacernos olvidar que la pobreza y el asesinato selectivo de los mejores hijos de la clase obrera ha existido desde antes de estos últimos gobiernos. Estos descarados nos gritan a los cuatro vientos que el capitalismo en Colombia se debe seguir desarrollando sin que empobrezca a los pobres y sin quitarle a los ricos, ¡habrase visto algo semejante!
Alejémonos de los enemigos de la clase obrera, unifiquémonos proletarios y campesinos de cualquier nacionalidad y tracemos una línea independiente de la clase obrera, alejada de todo oportunismo.
No son partidos y movimientos socialdemócratas como Colombia Humana, el Polo Democrático, el Partido Verde, las FARC, los “Independientes”, quienes nos van a mostrar que todas estas leyes y reformas son hechas por los gobiernos que defienden a una sola clase, a la burguesía, al revés, ellos son los aliados de la derecha y la burguesía a la que mantienen en el poder.
Llegó el tiempo de que nosotros los proletarios tengamos voz en los asuntos políticos del Estado.
¡Obreros colombianos y venezolanos, a la huelga general!
¡Abajo la socialdemocracia!
¡Convirtamos la movilización en un paro total de la producción!
Colectivo Avrora